Me ha pasado muchas veces ir a una perfumería, contarle a la dependienta mis penas (piel grasa acneica, tono claro, que no tenga efecto máscara...) y salir con una base que al aplicármela ha ido directa a la basura.
Para que esto no ocurra tenemos "San Google".
Decidida a encontrar mi base perfecta me puse a investigar... y a descartar!.
1. Hay varios tipos de base (yo, que estoy pez en la materia) me quedo con 3: polvos, crema y mousse. De estas elijo la mousse, me llama la atención por parecer ligera y mate (ideal para mí piel grasa).
2. Sigo investigando y llego a los subtonos: rosa y amarillo. Muy fácil, si cuando tomas el sol te pones morena tu su subtono es el amarillo y si por el contrario te quemas cual cangrejo de río, para ti el subtono rosa.
Todas hemos visto chicas maquilladas cual Naranjito.... esto sucede porque no han elegido el subtono que mejor les va.
3. El tono. Nada de probarlo en la mano o en el dorso de la muñeca (!este tiene hasta 2 tonos más que nuestra cara!)
Se debe probar en el hueco del hueso de la clavícula. Si no te atreves en la tienda tendrás que pedir una muestra y sino, arriesgarte y comprar el producto...
4. Que sea fácil de adquirir. Evitar que te persigan dependientas es un plus y el mío, que lo compro en Mercadona es lo más fácil del mundo.
Tras estos 4 pasos de investigación elegí el Dream Mat Mousse color 32 de Maybelline.
Estoy contentísima desde hace 2 meses que lo estoy usando.
Es justo mi color, es ligero y puedo elegir la cobertura según me aplique más o menos cantidad. Super cómodo ya que se aplica con los dedos.
Tiene SPF 18 y me deja la piel mate al menos 8 horas.
Espero que este post os sea útil a partir de ahora cuando elijáis una base.
Un beso
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